Faltan 253 dias....

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lunes, 9 de agosto de 2010

Resumen Lunes Santo 2008


Lunes Santo en la barbateña parroquia
de San José. Las puertas
se van abriendo, el barrio espera.
Una comitiva de nazarenos llama
a las puertas del templo pidiendo
la venia para inaugurar la Semana
Santa en la localidad y dar comienzo
a los desfiles procesionales.
La primera levantá del año
para los marineros fenecidos en
el mar y muy en especial, como no
podía ser de otra forma, para los
barbateños del trágico naufragio
del Nuevo Pepita Aurora. Los dos
pasos van al cielo.
Lunes Santo y el barrio espera.
Cruz de Guía en la calle, los nazarenos
realizan su penitencia con
sus cirios rojo bermellón. La gaditana
Agrupación Musical de
Ntra. Señora de la Paz entona los
sones nacionales del himno y
Nuestro Padre Jesús del Ecce-
Homo aparece portando su cetro
de caña y su corona de espinas. María
Santísima de la Salud le acompaña
en la humillación y mofa de
los romanos y los Hermanos Costaleros
Nazarenos de Barbate empujan
el hermoso paso de Cristo
con su estilo señero .
La primera prueba, con éxito.
Agustín Varo, rebosando de gente
esperando la Cruz de Guía. Con
algo de antelación pasa por Tribuna
la Cofradía y Jesús del Ecce-
Homo camina al son de ‘Costalero’,
para escuchar los tonos de la
plegaria de Leonor Corrales. ‘Sabed
que vendrá’ suena, mientras
que en la lejanía se acerca la Salud
con su rojo palio ondeando las
bambalinas entre mecía y mecía.
La Banda de Música ‘Amador Herrero’
le sigue y el paso por la Carrera
Oficial de la Cofradía acaba.
El silencio se hace hueco entre
Patricio Castro, Avenida Rodríguez
de Valcárcel y Andalucía, para
enfilar con fuerzas casi extintas la
calle Cervantes. De nuevo el barrio
espera y Ecce-Homo y Salud
se funden en un solo paso en el
patio de la plaza Basilio Valencia.
El que fuera su Hermano Mayor
observa desde las alturas el idílico
espectáculo con ‘Callejuela de la
O’ de fondo.
Al son de tambores una vez más
Hijo y Madre, Madre e Hijo ,oliendo
a incienso, claveles, gladiolos,
rosas, cirios y pinos silencian su
marcha a su templo, hacia otro año
de espera. La noche ha sido perfecta,
el tiempo ha acompañado,
la candelería encendida y, dando
las dos de la madrugada, otro Lunes
Santo se nos escapa soñando
en blanco y rojo. El barrio de San
José se duerme esperando a su
Cristo y a su Virgen.

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